Con más de 35.500 participantes en su última edición llegados de unos cuarenta países de todo el mundo, el centro de la ciudad se convierte en la ONU del flamenco gracias a una amplia y heterogénea oferta que toca todos los palos.
El patrimonio cultural, la gastronomía local, los vinos de Jerez y el flamenco se han fusionado para celebrar el 20 aniversario del Festival de Jerez.
Jerez ha intensificado enormemente su oferta cultural y de ocio.En la amplia programación de la vigésima edición del festival las iniciativas son de lo más innovadoras y en ellas también hay espacio para maridar lo jondo con la buena tradición gastronómica y los Vinos de Jerez. Bodegas, Restaurantes,Bares y Tabancos se han sumado con atractivas actividades como Flamencook, La lonja del flamenco y Tapateando.
Flamencook
Bajo el subtítulo 'Cocina con compás', el XX Festival de Jerez acogió el pasado sábado 20 de febrero, una experiencia en formato 'showcooking' en el que presentado y conducido por nuestro embajador de los Vinos de Jerez en la Gastronomía, José Ferrer,se maridaron la alta cocina con el flamenco tradicional, los vinos del Marco y los productos de la provincia.Tres de los más reconocidos chefs de la zona, Ciprián Iordan, Israel Ramos yAntonio Caramé, prepararon para esta ocasión 10 tapas inspiradas en 10 artistas flamencos representativos del cante, baile y toque, que se servieron en forma de menú degustación.El objetivo de esta iniciativa ha sido transmitir “sensaciones a través del flamenco utilizando losproductos locales y maridándolos con los vinos de Jerez como otra seña de identidad más”.
Esta iniciativa en la que ha sido colaborador el Consejo Regulador,resultó todo un éxito, prueba de ello son los comentarios positivos de los 120 asistentes y sus caras de satisfacción durante la cita celebrada en la bodega Los Gigantes de González Byass.
La lonja del flamenco
Un espacio expositivo y de encuentro de negocio para que empresas y profesionales del ámbito del flamenco puedan ofrecer sus productos, incluidas las propias compañías que presentan, algunas en primicia, sus espectáculos en Jerez. Eso, y más, es la Lonja del Flaenco, ubicada en las Bodegas Díez Mérito, organizado por empresarios de la ciudad en torno al XX Festival de Jerez.
La lonja está dirigida a dos grupos de públicos, de un lado los aficionados, cursillistas, ciudadanos residentes y visitantes que podrán acceder a un espacio único con la más completa oferta en torno a productos flamencos; y por otro a productores, programadores de espectáculos, artistas, organizadores de eventos flamencos, empresas y profesionales de turismo, entre otros, que podrán encontrar un lugar para el encuentro mediante punto de negocios, diversos programas comerciales y de marketing, actividades programadas con artistas, representantes y compañías. La Lonja del Flamenco además cuenta con espacios para exposiciones, escenario para espectáculos y una programación con diversas actividades culturales y lúdicas durante la semana que estará abierto al público.
Esta primera edición está dedicada a Japón, por los estrechos vínculos creados a través del flamenco, convirtiéndole en el principal embajador de nuestro arte, por lo que la programación comenzó el sábado 20 de febrero con toda una serie de actividades
Tapateando
Un recorrido gastronómico por bares y tabancos que realza la gastronomía, el vino y el flamenco, señas de identidad genuinas de la ciudad. En este recorrido gastronómico figuran locales tan emblemáticos como los tabancos El Pasaje, San Pablo o El Guitarrón de San Pedro o establecimientos tan conocidos como Cervecería Cruz Blanca, Bar Juanito o el Restaurante Tendido 6, entre muchos otros.
Pero no sólo se realizan actividades de este tipo en los primeros meses del año con motivo del Festival de Jerez, Flamenco & Sherry Experience es un original cata en la que los asistentes pueden degustar, simultáneamente y en un maridaje único, los vinos y los cantes de Jerez.
El creador de esta divertida y a la vez formativa actividad, es José María Castaño, director del Aula de Flamenco de la Universidad de Cádiz y del programa de radio Los Caminos del Cante para toda Andalucía. Formador Homologado de los vinos de Jerez por el Consejo Regulador de la Denominación Jerez – Xérèz – Sherry y Manzanilla de Sanlúcar.
La actividad comienza por una introducción, de aproximadamente 15 minutos de duración, sobre las vinculaciones históricas, sociales y estéticas entre la cultura del vino y del flamenco en Jerez. A continuación, de la mano del conductor de la actividad, se inicia un recorrido por las distintas variedades del vino (fino, amontillado, oloroso, palo cortado, cream) y del cante flamenco (bulerías, soleá, siguiriya, fandango, bulerías) donde a los sentidos que intervienen en una cata (vista, olfato y gusto) se añade el oído de los cantes que le son más afines.
Así, a la explicación enológica de las características organolépticas de cada variedad de vino, le seguirá la explicación de su correspondiente analogía con el estilo del flamenco que va a ser interpretado. Entre cuatro y seis vinos/palos distintos serán degustados por los asistentes, en una conjunción de sensaciones que convierten a F&S en una experiencia única para los sentidos.
Guía para disfrutar del flamenco y el vino de Jerez:
Vino Fino y la Bulería de Jerez
Vino Fino.- Criado en soleras durante un período aproximado de 4 años, el fino presenta un color pajizo pálido, su aroma es delicado (almendroso) y punzante, sin acidez, muy seco y ligero en el paladar. Crianza exclusivamente biológica, bajo velo de flor.
La Bulería de Jerez.- Al igual que el fino la bulería muestra un carácter punzante que llega al extremo de una expresividad en boca que alerta nuestros sentidos. Aunque de carácter festero (ligero) en Jerez la bulería se muestra seca gracias a la cantidad de letras trágicas que paradójicamente se encuentran en un estilo festero y aparentemente gestado para la diversión.
Amontillado y la Bulería por Soleá
Vino Amontillado- Nace de la combinación en su crianza de una fase biológica inicial completada con otra fase oxidativa final. De ahí que recuerda el carácter del fino (pálido y punzante) pero con un cuerpo y estructura más complejo que amortigua su viveza. De color ámbar, sabor intenso y equilibrado (avellanado) y muy seco.
La bulería por soleá.- Es la perfecta identificación jonda con un amontillado porque es un cante y un toque que se encuentra entre dos orillas estilísticas. Guarda memoria de la bulería pero va apareciendo la soleá con una cadencia más lenta que sofoca el ímpetu de lo festero en aras a un mayor reposo. Gran equilibrio.
Vino Oloroso y la Soleá
Vino Oloroso.- Procede de la crianza oxidativa y una vejez más acentuada en bota de roble americano. De color ámbar dorado es un vino rotundo al paladar y muy redondo en todas sus características: aroma poderoso. En el paladar es sabroso, armónico y persistente. Recuerda al sabor de las nueces. Seco en crianza. Gran presencia de los matices de la madera.
La Soleá.- Está considerada como en primer fruto totalmente definido del flamenco gracias a la armonía de todos sus conceptos estéticos. De ritmo muy pausado y cadencioso se equilibra con su mensaje vivencial y lleno de sentencias. También necesita una experiencia prolongada en el tiempo, añejada como un oloroso.
Palo Cortado y la Seguirilla
Vino Palo Cortado.- Vino envuelto en cierto misterio por su crianza irregular. Digamos que siguiendo su propia ley “sucede” más que se busca. De color ámbar con tonos dorados. Intenso con aromas de frutos secos, almendras tostadas y avellanas, arropadas por notas de madera vieja. Al paladar es intenso y persistente, con matices tostados.
La siguiriya.- De todos los cantes y toques de la baraja flamenca es un estilo envuelto en el misterio y la irregularidad de sus versos. Expresa con intensidad y persistencia el dolor, con mucho cuerpo y al igual que un buen palo cortado necesita para su formación grandes dosis de rebeldía.
Vino Cream y el Fandango
Vino Cream u Oloroso Dulce.- Se utiliza el vocablo anglosajón “cream” para definir un vino oloroso dulce. Surge de la mezcla del oloroso con la variedad dulce Pedro Ximénez. De cálido color caoba es elegante y suave. En el paladar tiene mucho cuerpo.
El fandango natural.- Tiene la fuerza expresiva de los cantes más duros (oloroso) pero en su ejecución aparecen matices de una dulzura que recuerda su origen folclórico (pedro ximénez). Encierra verdades cotidianas endulzadas con un decir asequible a todos los públicos.
