¿Quién dijo que el jerez solo acompaña a las tapas clásicas? Hoy los maridajes con Vinos de Jerez se reinventan para seducir a nuevos públicos, fusionando tradición y creatividad en cada copa.

Imagina un katsu sando de langostino con una copa de Fino, un bao de panceta glaseada y salsa hoisin con Amontillado o un helado de queso azul y nueces con Pedro Ximénez: combinaciones inesperadas que desafían lo convencional y celebran la versatilidad de estos vinos únicos.
Te invitamos a descubrir nuevas ideas de maridajes que sorprenden, inspiran y demuestran que el Vino de Jerez es el aliado perfecto para quienes buscan experiencias gastronómicas frescas y atrevidas.
¿Por qué los Vinos de Jerez son tan versátiles en la mesa?
Los Vinos de Jerez son tan versátiles en la mesa porque abarcan una gama de estilos que va desde los secos y ligeros hasta los intensos y dulces. Esta diversidad permite que cada tipo de vino encuentre su pareja ideal, ya sea con platos frescos, carnes especiadas, postres o incluso propuestas internacionales y modernas. Además, su complejidad aromática y su capacidad para realzar sabores hacen que sorprendan en maridajes tanto clásicos como innovadores. Por eso, el jerez se adapta a cualquier momento gastronómico, conquistando paladares curiosos y tradicionales por igual.

Los estilos del Marco de Jerez: de Fino a Pedro Ximénez
El Marco de Jerez ofrece una variedad fascinante de estilos que reflejan la riqueza y diversidad de esta región vinícola.
Fino: Es el más fresco y ligero, con aromas delicados a almendra y un toque salino, ideal para acompañar tapas y mariscos frescos. Su carácter seco y vivo invita a disfrutarlo bien frío.
Amontillado: Combina la frescura del fino con una crianza oxidativa que le aporta notas de frutos secos y especias, perfecto para platos más intensos como guisos o quesos curados.
Palo cortado: El palo cortado combina la delicadeza aromática del amontillado con la estructura y potencia del oloroso. De color castaño a caoba, destaca por su complejidad y equilibrio. Acompaña carnes de caza, guisos intensos, quesos curados y consomés concentrados, realzando sabores profundos y elegantes.
Oloroso: Destaca por su cuerpo y profundidad, con aromas a nueces, cuero y madera, ideal para carnes asadas y platos contundentes.
Pedro Ximénez: Es un vino dulce, denso y meloso, con sabores a pasas y miel, que se disfruta especialmente con postres o quesos azules, cerrando la experiencia con un toque de dulzura inolvidable.
Ideas para crear tu propio menú inesperado con Jerez
Descubre cómo sorprender a tus invitados con un menú único y original, combinando la riqueza y diversidad de los Vinos de Jerez. Te invitamos a explorar ideas creativas que realzan cada plato, transformando una comida en una experiencia inolvidable llena de sabor y tradición.
If it swims, pair it with Fino
Mariscos, ahumados y ceviches: la salinidad como aliada
Los Vinos de Jerez son aliados perfectos para realzar la salinidad de mariscos, ahumados y ceviches. El Fino, seco y ligero, potencia el sabor natural de gambas o anchoas, mientras equilibra la acidez y el picante del ceviche con su frescura y notas salinas. Para ahumados, este vino aporta complejidad y matices que armonizan con la intensidad del plato. La salinidad compartida entre Fino y ahumado crea un maridaje fresco y vibrante, que eleva cada bocado y convierte la experiencia en un deleite para el paladar.

Maridajes inesperados con Fino: sushi, sashimi o Katsu Sando de langostino
El Fino sorprende con platos japoneses como sushi, sashimi o el katsu sando. Su frescura, ligereza y carácter salino realzan la pureza del pescado crudo y equilibran la textura crujiente y sabrosa de este último. En sashimi, limpia el paladar entre bocados, potenciando los matices umami sin opacar los sabores delicados. Este vino de crianza biológica, con notas de almendra y sal marina, crea una armonía inesperada que eleva cada bocado a una experiencia fresca y vibrante, ideal para quienes buscan maridajes originales y sofisticados como los que ofrece la cocina asiática.
¿Y si lo pruebas con ostras o pan de algas?
El Fino es un compañero sorprendentemente perfecto para ostras frescas y pan de algas. Su frescura y carácter salino realzan la esencia marina de las primeras, creando una armonía que potencia su sabor natural. En el caso del pan de algas, equilibra la textura y aporta un contrapunto seco que resalta las notas marinas y umami, haciendo cada bocado más vibrante y sofisticado. Esta combinación conquista por su delicadeza y elegancia, sobre todo para quienes buscan maridajes originales que celebren la salinidad y frescura del mar.
If it flies, pair it with Amontillado
Foie, pato especiado y curry suave: el umami secreto
El Amontillado, con su carácter seco y notas de nuez, realza el umami presente en el foie, aportando un contrapunto elegante a su textura untuosa. Con pato especiado, su complejidad aromática se intensifica, equilibrando las especias y resaltando la profundidad del plato. En un curry suave, este vino suaviza la cremosidad y el toque especiado, mientras que su sabor a frutos secos complementa el sabor de la leche de coco y las hierbas, creando un maridaje armonioso y lleno de matices. El Vino de Jerez perfecto para potenciar el codiciado quinto sabor en estas combinaciones.
Sándwiches de autor y aves con frutos secos: un giro creativo
La complejidad del Amontillado realza el sabor delicado y especiado de las carnes blancas, aportando sofisticación y equilibrio. En sándwiches creativos, su estructura potencia ingredientes ahumados y quesos curados, mientras que en platos de ave, los frutos secos se complementan con sus aromas tostados, creando una armonía sublime que eleva cada bocado a una experiencia gastronómica memorable.

El Amontillado y la cocina asiática: maridajes en tendencia
El Amontillado es, probablemente, el Vino de Jerez que mejor armoniza con la cocina asiática, especialmente platos tailandeses, indios o chinos, donde las especias y sabores exóticos se equilibran perfectamente con su perfil seco y sabroso. Combina de forma excepcional con sushi, sashimi y pescados ahumados, realzando sus delicados matices. En las tendencias actuales, la sumillería molecular aporta un enfoque científico al maridaje, buscando moléculas aromáticas comunes para lograr armonías sorprendentes entre el amontillado y platos asiáticos, potenciando texturas y aromas en cada bocado.
If it runs, pair it with Oloroso o Palo Cortado
Carnes rojas, cerdo ibérico y guisos intensos: la estructura como puente
El Oloroso, con su carácter robusto y notas de frutos secos, especias y maderas nobles, es un vino que pide platos con personalidad. Maridarlo con carnes rojas, cerdo ibérico o guisos intensos es descubrir cómo su potencia realza la jugosidad y profundidad de sabores. Un estofado de rabo de toro o un solomillo ibérico encuentran en el Oloroso un aliado que limpia el paladar, logrando que cada bocado sea más memorable. Su estructura acompaña la grasa y la intensidad, haciendo que el maridaje sea tanto un abrazo como un contrapunto.

Panini de mortadela trufada, pulled pork y cocina de autor
En la cocina contemporánea y casual, el Oloroso sorprende al acompañar recetas diferentes, como el panini de mortadela trufada, el pulled pork o la cocina de autor. La untuosidad de la mortadela y el perfume de la trufa encuentran eco en los matices de nuez y caramelo del vino, mientras que el pulled pork, con su dulzor y especias, se equilibra con la acidez y el cuerpo del Oloroso. En platos de autor, donde las texturas y los sabores se reinventan, este vino aporta una base sólida y elegante, capaz de dialogar con ingredientes inesperados y técnicas innovadoras.
Palo Cortado: un comodín para platos de carácter
Si hay un recurso versátil en la copa para platos con carácter, ese es el Palo Cortado. Su dualidad lo convierte en la elección perfecta para recetas complejas: desde guisos especiados hasta carnes maduradas o platos con salsas intensas. El Palo Cortado abraza la diversidad de la alta cocina y los desafíos del maridaje moderno, aportando frescura, profundidad y un final persistente que invita a seguir explorando. En definitiva, el comodín que todo amante del vino debería tener a mano para sorprender y dejarse sorprender.
Dulces, quesos y extremos: el mundo según Pedro Ximénez
Chocolate de Dubai con Jerez
El maridaje entre el Pedro Ximénez y el chocolate de Dubái es una experiencia sensorial que trasciende lo común. El PX, con su dulzura intensa, aromas a pasas, higos secos, miel y cacao, crea un contrapunto perfecto con el chocolate oscuro y exótico de Dubái. Este chocolate, conocido por su distintivo relleno de pistacho y knafeh, se enriquece con la untuosidad y el cuerpo denso del Pedro Ximénez, mientras que el vino se suaviza y despliega matices más profundos gracias al amargor y las especias del chocolate. La combinación es un viaje de texturas y sabores donde la opulencia de uno y la riqueza del otro se potencian mutuamente, ofreciendo una experiencia gourmet única que invita a disfrutar lentamente.
Helados gourmet con Pedro Ximénez
En cuanto a los helados gourmet con Pedro Ximénez, esta unión resulta realmente armoniosa. El PX, con su perfil dulce y aterciopelado, complementa helados de sabores intensos como vainilla, turrón o incluso chocolate amargo. La frescura y cremosidad del helado equilibran la densidad y dulzura del vino, creando un contraste refrescante que realza ambos elementos. Este maridaje es ideal para quienes buscan un postre sofisticado, donde el dulzor natural y la acidez equilibrada del Pedro Ximénez aportan una sensación envolvente y persistente en boca, haciendo que cada cucharada y cada sorbo se conviertan en un deleite para el paladar.

PX y quesos azules con Jerez
Finalmente, el clásico pero siempre efectivo maridaje de Pedro Ximénez y quesos azules: una combinación que no decepciona. Los quesos azules, con su sabor intenso y ligeramente salado, encuentran en el PX un aliado perfecto. La dulzura y la textura untuosa del vino contrarrestan la potencia y salinidad del queso, suavizando el bocado y aportando una complejidad aromática que llena la boca. Este maridaje es uno de los más celebrados en la gastronomía de Jerez, donde la riqueza del PX y la fuerza del queso azul se equilibran para crear una experiencia gastronómica única y sofisticada.
Conclusión: Maridar es atreverse — y los Vinos de Jerez, tu mejor aliado
Maridar es un acto de valentía y descubrimiento, una aventura para el paladar donde cada combinación es una invitación a explorar nuevos mundos sensoriales. Los Vinos de Jerez, con su riqueza y versatilidad, se convierten en compañeros ideales para este viaje. Su capacidad para realzar sabores, desde el umami del marisco hasta la intensidad del cerdo guisado, nos recuerda que el maridaje es un arte que despierta emociones y memorias. Atreverse con Jerez es abrir la puerta a experiencias inolvidables que celebran la vida en cada sorbo.